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Importancia del juego para el desarrollo de los niños(as)

Actualizado: 22 jun 2022

Una buena alimentación e higiene de sueño, son fundamentales para que nuestros niños(as) crezcan de manera saludable. Sin embargo, para satisfacer las necesidades de manera integral y lograr una eficaz salud física, mental y emocional, tenemos que considerar las necesidades cognitivas y socioemocionales de nuestros hijos(as).


En esta área es donde entra la importancia del juego en el desarrollo de los niños(as), entregando múltiples beneficios sociales, psicológicos y emocionales que te queremos compartir a continuación.

Además de sacar risas y ser divertido, el juego tiene un rol fundamental en el desarrollo de todo niño(a), es la forma de aprender y de consolidar el aprendizaje, poniendo en práctica las habilidades motoras, cognitivas, emocionales y del lenguaje.


Es por esto, que el tiempo de juego debe cuidarse y respetarse, es nuestra responsabilidad como adultos brindar los elementos, espacio y tiempo necesario para que los niños vivan el juego como corresponde.


“El juego en los niños no solo es un momento de diversión o distracción, también es una instancia muy importante para el aprendizaje de sí mismos y de su entorno, para el desarrollo de habilidades físicas, cognitivas y emocionales y una oportunidad para aprender a relacionarse y crear vínculos con los demás”(1) Macarena Born, psicóloga Clínica las Condes

Según el artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño, la recreación, el esparcimiento y jugar es un derecho fundamental para el desarrollo pleno de la infancia. Por esto es tan importante propiciar juegos que ayuden a niños(as) a desafiarse, aprender nuevas habilidades, resolver obstáculos, todo dentro del marco de la entretención.


Los bloques de construcción, los instrumentos musicales, los juguetes de causa y efecto, de equilibrio, entre otros, son juegos que ayudarán a niños y niñas a desarrollar diversas habilidades en un contexto de diversión y distensión.


Los beneficios los podemos dividir en cuatro categorías:


1. Nivel físico: Desde sus primeros meses de vida, los juegos que son parte de lo que se denomina “estimulación temprana” y posteriores: el gateo, caminar, juegos de bloques para armar, juegos de equilibrio y encaje, entre muchos otros; ayudan a desarrollar musculatura, coordinación, equilibrio, motricidad fina y gruesa.


2. Nivel cognitivo: Al interactuar con distintos objetos, comienzan a incorporar conocimientos a través de todos los sentidos (colores, formas, tamaños, texturas, sonidos) y comienzan a desarrollar la creatividad, imaginación, memoria, capacidad de organización y planificación, lo cual resulta fundamental para resolver problemas y conquistar nuevos espacios a futuro.


3. Nivel emocional: el juego conecta a los niños(as) con emociones placenteras, como la alegría, la ilusión y la sorpresa, además de desarrollar emociones más complejas como la paciencia, la empatía y la tolerancia a la frustración. Por otra parte, ayuda a crear y reforzar vínculos con la persona con quien están jugando y les permite tener una forma de expresarse cuando su lenguaje está en desarrollo.


Es por esto, que entregar tiempo de calidad a los hijos(as) para jugar con ellos(as) es tan relevante. Ayuda a reforzar el vínculo que tenemos, dejándonos ser partícipes de su crecimiento, del desarrollo de sus habilidades, emociones y reacciones, demostrandoles que estamos interesados en lo que les gusta y disfrutamos con su compañía.


4. Nivel social: Cuando los niños juegan con sus pares y/o con adultos, aprenden intuitivamente a relacionarse con otros y a desenvolverse en el ambiente. Dentro de las dinámicas del juego, los niños(as) van aprendiendo a colaborar, a respetar turnos y a incorporar reglas de convivencia. Todo esto será fundamental para sus relaciones futuras.

 

Dependiendo la edad de nuestro hijo(a) es la cantidad de tiempo que se recomienda para que los padres dediquen a jugar con ellos(as). Sin embargo, es importante saber que hasta los 6 años de edad, el juego es la actividad principal y es una herramienta muy valiosa que tenemos que propiciar y acompañar. Así que el consejo es ¡a jugar!

 

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